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CARPE DIEM

VICTORIA FRANCÉS

VICTORIA FRANCÉS

Bienvenidos a la nueva sección del blog, aquí mostraremos nuestras ilustraciones, realizadas mediante cualquier técnica, así como las de famosos dibujantes o pintores. Y qué mejor modo de empezar que hacerlo con el fantástico mundo creado por Victoria Francés. Disfrutadlo. Sorprendido

EL VIAJERO DE MEDIANOCHE

EL VIAJERO DE MEDIANOCHE

EL VIAJERO DE MEDIANOCHE

 

La noche era fresca y la luna llena brillaba sobre el letrero del hostal del que pendía un aviso de “estamos completos”. Aquel fin de semana se había vaticinado con un frenesí de idas y venidas de viajeros, azarosos en sus itinerarios programados. Sin embargo, la madrugada estaba transcurriendo tranquila y sin ningún incidente. A decir verdad, como casi siempre.

Marco era uno de esos chicos que la gente tacha de raros, por el simple hecho de no ser demasiado hablador. Por esta y otras razones, tales como su introversión y su desmesurada timidez, Marco, aceptó gustoso el empleo como recepcionista nocturno. De noche todo es diferente, la gente no habla por hablar y dice la primera estupidez que se le pasa por la cabeza. Los clientes apenas te dirigen la palabra, a no ser para un fugaz “gracias” un “muy amable” o el ansiado “buenas noches”.

 Todo parecía indicar que sería otra aburrida noche cuando la puerta automática de la entrada se abrió. Marco echó una ojeada fugaz a las cámaras de vigilancia pero no logró ver a nadie. Sin embargo, le fue del todo imposible reaccionar con su acostumbrado alarde de cortesía y buenas maneras ante el extraño que de improviso se hallaba frente al mostrador de la recepción haciendo un desagradable ruido con las uñas sobre la madera.

- Buenas noches caballero – pronunció el inesperado huésped. Y ante la atónita mirada del joven recepcionista continuó con voz serena. – Espero no haberle asustado.

- Buenas noches, señor, eh...no, no se preocupe – contestó Marco, aparentando normalidad.

- Quería una habitación para esta noche – prosiguió el extraño individuo, que dejó perplejo al muchacho que observaba el rostro alargado  de facciones marcadas del extranjero. Marco trató de escudriñar en los ojos del viajero, pero cuando lo miró fijamente, éste le devolvió una mirada fría como el hielo, los grises ojos bajo las pobladas cejas eran como una tormenta a punto de estallar. Incluso la nariz aguileña le confería el aspecto de un animal salvaje, excepto por sus labios, finos como líneas bien dibujadas, pero exentas de realismo, de vida.

- Muy bien, señor. ¿Quiere parking para el coche? – preguntó Marco con una intranquilidad que nunca antes había sentido.

- No será necesario, joven, los transportes modernos no gozan de mi confianza – contestó el visitante a la vez que llevaba una de las alargadas manos a la cabeza, se pasó las yemas de los dedos por las negras sienes, y fue cuando Marco se percató de la larga melena oscura que caía casi a la altura de la cintura, cubriendo el negro abrigo del distinguido caballero. A juzgar por su fisonomía, Marco, habría jurado que la edad del particular huésped rondaría los cuarenta y cinco años, pero algo en sus felinos ojos le advertía de que se equivocaba.

- Por su acento deduzco que no es de por aquí. ¿Está en la ciudad por negocios? ¿O es sólo un viaje de placer? – de repente, Marco, se vio a sí mismo indagando, preguntando acerca de la vida de otra persona. Nunca hasta ahora le habían interesado lo más mínimo los asuntos privados de otra persona. Él odiaba esa forma de proceder, pero aquel caballero de negro le intrigaba y a la vez le causaba un pavor inusitado.

- Digamos que hace siglos que no salgo a estirar las piernas. Si, podría decirse que es un viaje de placer y conocimiento.- La respuesta del viajero le heló la sangre. Sus palabras salieron de sus labios inexistentes como de una caja vacía y polvorienta. Penetrantes pero con un tono de crueldad muy sutil.

- Muy bien, señor. ¿Necesitará ayuda con su equipaje? – volvió a preguntar, ahora más inquieto que antes.

- No, me gusta ir ligero. De donde yo vengo las costumbres son diferentes a las suyas, así que creí más acertado comenzar aquí de cero.- En ese instante el hombre se detuvo y observó a Marco con tanta atención que el muchacho sintió como si sus negras pupilas cambiaran de color y lo traspasaran.

El recepcionista tosió para liberar la tensión que sentía en aquel momento y entonces el insólito huésped continuó hablando pero sin apartar sus ojos del joven, como un lobo sobre su presa.

- Ya sabe lo que dicen; “allá donde fueres, haz lo que vieres” – el viajero terminó de decir esto y esbozó una sonrisa tan leve como el contorno de un eclipse, dejando asomar tímidamente sus blancos dientes.

- Entonces piensa quedarse un tiempo por aquí – afirmó Marco, que empezó a notar un pequeño mareo, acompañado de un zumbido sordo en la cabeza.

- A decir verdad, pienso acomodarme en su maravillosa ciudad, aunque preveo que no para siempre.- Sus palabras sonaron como el acero en la cabeza de Marco, que empezó a notar cómo un sudor frío le empapaba la frente. Ahora la figura del extraño parecía más alargada y su sombra difusa comenzó a vagar a su antojo sin rumbo por el vestíbulo de la recepción. Marco dio un respingo, pero el oscuro viajero no hizo ningún gesto.

- ¿Se encuentra bien joven? – preguntó sin apenas despegar los labios para pronunciar aquellas palabras. Marco se pellizcó los ojos. Fue tan sólo un segundo pero al abrirlos de nuevo aquel lóbrego visitante no estaba frente a él.

Un grito agudo escapó del cuerpo de Marco cuando se dio la vuelta y encontró tras él al huésped. Sus labios eran ahora como dos surcos abiertos en la tierra, y sus incisivos, aguzados como aguijones. Marco estaba petrificado de horror, tanto que pensó que se desplomaba sobre el mármol del suelo. Su nuevo cliente reía con un espeluznante sonido que abotargaba la cabeza del muchacho.

- Dime ¿no es ahora cuando me preguntas mi nombre y si tomaré desayuno por la mañana? – pronunció el vampiro a la vez  que asía al joven recepcionista con las longevas manos, que ahora eran como las garras de una bestia enfurecida.

Antes de desmayarse, Marco, recordó como los sanguinolentos ojos del viajero se acercaban más y más a su rostro haciéndole perder incluso la razón. Tan sólo, unas últimas palabras permanecieron en sus recuerdos – Te elijo a ti para ser mi guía y sacarme de la decadencia, tú me enseñarás cómo he de vestirme, a dónde he de ir para saciar mi hambre, a dónde para deleitar mis sentidos, a dónde....

EL CUENTO DE CAPERUCITA CONTADO POR EL LOBO

Hola amigos, hablando de cuentos, me he acordado de un ejercicio del curso pasado de guión, en el que teníamos que contar el cuento de caperucita como un monólogo protagonizado por uno de sus protagonistas.  Yo elegí el lobo feroz para que nos diera su versión.  He aquí el resultado. Espero que os guste ;-)

MONÓLOGO DEL LOBO FEROZ

Pues yo soy el lobo, señores.  Y por culpa de la gente, que nos ha criminalizado a mí y a todos los compañeros del sector, me encuentro ahora en el cielo de los lobos.  Sí, han oído bien, en el cielo, no en el infierno, pues no he sido tan malo como dicen por ahí.  Aquí va mi versión de los hechos:

 

Estaba yo tan tranquilamente paseando por el bosque, cuando se me acerca una niña vestida de rojo y me ofrezco – con gran generosidad – a ayudarla.

-          ¿A dónde vas, niña? – le pregunto,

-          A casa de mi abuelita - me dice.

Entonces, digo yo, ¿para qué narices se para media hora y se pone a recoger margaritas?  O sea, porque uno tiene un límite.  Una cosa es que me esté rehabilitando y me contenga las ganas, pero caramba, no tientes a tu suerte.  Que uno no es de piedra.

 

Total, que de milagro no me la comí allí mismo.  Que ahora lo pienso, y debí haberlo hecho.  Mejor me hubiera ido. 

Yo sé que el cuento dice que me dirigí a la casa de la abuelita de la niña y que en el lugar de autos me zampé a la susodicha.  Pues no es del todo así, oigan.  Lo que pasa es que andaba yo buscando algo de comer (lo que es cada vez más difícil, porque el bosque, con la crisis está muy mal), y me encontré con la casita de la abuelita de los huevos.  Total, que yo tenía pensado hacerme un guiso, pero me faltaba hierbabuena y como las abuelas estas tienen de todo, pues decidí preguntarle. 

 

Y en qué momento.  Va la vieja y nada más verme empieza a gritar.  Y yo que sólo quería un pelín de hierbabuena…  Pensarán ustedes que gritaba de miedo, de terror.  Pues no, gritaba de indignación.  Que cómo me atrevía a llamar a su puerta, a molestarle en su siesta, que si era un sinvergüenza, y otras cosas muy feas que no digo por no ofenderles.  Y claro, pues ahí todos los animales mirando la escena, que si los conejos, que si las ardillas, los pájaros, las cotorras (que son muy cotorras).  Y yo no podía dejar pasar esa afrenta.  No, porque no, porque en el bosque todos nos conocemos. Yo me bajo hoy los pantalones ante una anciana y mañana el cachondeo está servido.  Y es peligroso andarse con mojigangas en el bosque.  Ustedes ya me entienden.

 

Así que me la zampé.  Si señor.  Y no me arrepiento.  Que uno es lobo y no un hamster, que puñeta.  Qué daño nos ha hecho Walt Disney.  Pero en fin, eso no es lo peor.  Hasta ahí, todo marchaba medianamente normal.  Lo peor vino luego, cuando ya de perdidos al río, me decidí a esperar a la niña. Y es que es lo que tiene, que se pone uno a comer, y ya no para.

 

Y ahora viene una parte delicada de la historia.  Me vestí con la ropa de la abuela y me metí en la cama.  Sí, yo sé que esta parte siempre ha despertado suspicacias.  Que si yo soy un travelo, que si quería montarme algo sado con el cazador.  Pues no, fue una inocente idea.  Porque claro, después del recibimiento de la abuela, imagínate que abro la puerta y le digo a la niña que me he comido a su abuela.  Los gritos se oyen hasta en Nepal.  Pero en qué momento, oigan.  ¿Por qué no saldría de allí?.  Que tarde más mala.

Total que llega la niña y tenemos una conversación surrealista:

-          Abuelita, abuelita, ¡qué ojos más grandes tienes!

-          Son para verte mejor – dije yo imitando la voz de la abuela

-          Abuelita, abuelita, ¡qué orejas más grandes tienes!

-          Son para oirte mejor

-          Abuelita, abuelita, ¡qué dientes más grandes tienes!

En este punto ya decidí que había llegado el momento de zanjar la conversación. Que no conducía a ninguna parte, por otro lado.  Así que me abalancé sobre ella y me la comí. Pero no la hice mucho daño, eso es la pura verdad.  No se cuenta eso nunca, pero ni a la abuela ni a la niña les hice daño.  Simplemente, de un bocado, sin masticar siquiera…

Pero ¡Ay! Ellos si que me hicieron daño... 

 

De entrada, me quedé un poco traspuesto, después de la comida.  Y lo primero que veo cuando me despierto es a dos tipos rasgándome la tripa con un cuchillo.  Eso duele.  Y después, como si no fuera suficiente con eso, va el otro y le dice que me “van a castigar”  ¡Que me van a castigar!. Tocate los cojones. O sea, como si abrirte en canal fuera una broma.  

 

Y vaya, sí que me castigaron, sí.  Se quedaron a gusto. Me llenaron el estómago de piedras y me tiraron en el río (no me bañé yo, eh, me tiraron, que conste). 

 

Y después de todo esto, digo yo, ¿quién es aquí el “lobo feroz”?

EN COMPAÑÍA DE LOBOS

Hablando de cuentos aquí os dejo el trailer de la adaptación de caperucita roja por el director Neil Jordan, de pequeño me daba mucho miedo, los ambientes oscuros y neblinosos del bosque son espectaculares y el transcurrir de la historia te engancha como si la misma abuelita te estuviera contando el cuento.

WHO´S HUNGRY?

Hola a todos, ayer en el taller literario, Dunia, nuestra profesora nos habló de los cuentos clásicos de siempre y vimos este asombroso corto que desde mi punto de vista refleja todos los miedos que nos invaden cuando somos niños, la marcada diferencia entre el bien y el mal, y la terrible moraleja, ¿pretenden educar o asustarnos para que no transgredamos las normas establecidas? Sorprendido

La Lista de Shindler

Hay películas que no te cansas de ver, películas que saltan de la pantalla para tocarte profundamente, que llegan a marcarte.

Steven Spielberg (un director considerado hasta entonces muy americano y demasiado “comercial”), filmó en 1993 la que para muchos es la mejor película sobre un tema tan delicado como es el Holocausto nazi.

Con ella, barrió en los Oscars de 1994, que tuvieron uno de los planteles de candidatos más impresionantes que se recuerdan, con competidores como Philadelphia, El piano, La edad de la inocencia, Lo que queda del día o En el nombre del padre, entre otras…

Spielberg se basó en una novela de Thomas Kenneally sobre la vida real de Oskar Shindler, un empresario checo que salvó (llegando a pagar por cada uno de ellos de su bolsillo), la vida de mil doscientos judíos de Cracovia.

Pero Oskar no es un héroe ni una persona intachable.  Es sólo una persona normal que enfrentada a circunstancias extraordinarias hace algo extraordinario.  

Sin lugar a dudas, una de las escenas más conmovedoras de la película es aquella en la que Oskar, superado finalmente por las circunstancias, se derrumba, y le dice a su amigo Iksza Stern:

-          No he hecho lo suficiente…

A lo que él le responde:

-          Ha hecho mucho

 No sé que más deciros.  Es maravillosa. Tenéis que verla, si no la habéis visto.

CINExcusas para no venir I - Chaplin

CINExcusas para no venir I - Chaplin

Estimados compañeros,

Atticus y Ben se enorgullecen en invitaros a la primera edición de una serie de ciclos cinematográficos que irán teniendo lugar próximamente. Para abrir boca empezamos con el gran Charles Chaplin, con cuatro de sus primeros y entrañables largometrajes. Se propone película+cena+película los dos días, aunque se aceptan sugerencias y aportaciones. El programa es el siguiente:

 

Sábado 20-02-10

  • 19:00 El chico
  • 22:00 La quimera del oro

Esperamos que os apetezca y os animéis. Saludossss!!!

 

 

DESIDERATA BY BETTY

Una gran amiga me regaló estas palabras de aliento y consecución de metas cuando fuimos compañeros durante un largo y feliz año. Gracias Betty Guiño

DESIDERATA

 

Ve placidamente entre el ruido y la prisa. Recuerda que la paz puede estar en el silencio. Sin renunciar a ti mismo, esfuérzate por ser amigo de todos. Di tu verdad claramente, quietamente.

Escucha a los otros, aunque sean torpes e ignorantes; cada uno de ellos tiene también una historia que contar.

Evita a los ruidosos y agresivos, porque ellos denigran el espíritu. Si te comparas con los otros puedes convertirte en un hombre vano y amargado; siempre habrá cerca de ti alguien mejor o peor que tu. Alégrate tanto de tus realizaciones como de tus proyectos.

Ama tu trabajo, aunque sea humilde, es el tesoro de tu vida. Sé prudente en tus negocios, porque en el mundo abundan las gentes sin escrúpulos. Pero que esta convicción no te impida la virtud; hay muchas personas que luchan por hermosos ideales y donde quiera, la vida está llena de heroísmo.

Sé tu mismo. Sobretodo no pretendas disimular tus inclinaciones. No seas cínico en el amor, porque cuando aparece a aridez y el desencanto en el rostro, se convierte en algo tan perenne como la hierba.

Acepta con serenidad el consejo de los años y renuncia sin reserva a los dones de la juventud. Fortalece tu espíritu para que no te destruyan inesperadas desgracias. No te crees falsos infortunios. Muchas veces, el miedo es producto de la fatiga y la soledad. Sin olvidar una justa disciplina, sé benigno contigo mismo. No eres más que una criatura en el universo, no menos que los árboles y las estrellas; tienes derecho a estar aquí. Y si no tienes ninguna duda el mundo se desplegará ante ti.

           Ben McAllister

                             

 

CALENDARIO TALLER LITERARIO CASA DE PORRAS

CALENDARIO TALLER LITERARIO CASA DE PORRAS

CALENDARIO taller Casa de Porras enero-marzo                            

28 Enero Presentación

4 Febrero (dirigido por Cesar Requesens)    

La vista: ejercicio de imaginación. Recrear historias de lo que pasa en el cuadro (al estilo de Vargas Llosa en ‘Elogio de la madrastra’)

11 Febrero El cuento clásico. La tradición oral. Cuentos infantiles. Visionado de corto Who’s hungry? de Supinfocom. La historia re-contada. Estructura clásica. Elementos comunes..

Carroll: La caza del Snark: la imaginación. Gitanjáfora. Vocabulario propio. Estructura libre.

18 Febrero Morfología: La suplantación. Elipsis narrativa. Teoría del parpadeo de Walter Murch.

El olfato/el gusto: La adjetivación- Elaboración de personajes.

25 Febrero La historia. Tipos. La consecución de una historia según Robert Mackee.

Italo Calvino Las cosmicómicas (relato de dinosario) El drama y la comedia.

4 Marzo F. Dostoyevski: Noches Blancas. Las voces del narrador. La semántica. La metáfora extendida. El marco narrativo.

El oído: la música y los sonidos.

11 Marzo: Decálogo. Surrealismo. André Breton. Cadáver exquisito. M. Cornellis. Figuras imposibles. Escritura automática. La Patafísica. Elemento Onírico.

18 Marzo: J.L. Borges. Ensayo. Los arquetipos en la literatura. La influencia del Psicoanálisis. Jung.

The lovely bones + Alice in Wonderland

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Hola chavalotes!

Ya sólo quedan dos semanitas para uno de los estrenos más esperados de esta temporada, The Lovely Bones, la nueva película de Peter Jackson, con un reparto espectacular (Rachel Weisz, Mark Whalberg, Susan Sarandon...). Os conmino a verla en 3D el día 26 de este mes, fecha del estreno.

El otro estreno más esperado de la temporada es, sin duda, Alicia en el país de las maravillas, de Tim Burton, que espero que no defraude. Otra película para ver en 3D, y esta se estrena el 16 de abril. ¡Qué ganitas de pasar por el cine, ver estas pelis y hartarme de palomitas! ¿Sí o no?

Saludos cordiales

Clarice Lispector; Un corazón salvaje.

Clarice Lispector; Un corazón salvaje.

Clarice Lispector (Tchetchelnik o Chechelnyk, Ucrania 10 de diciembre de 1920 - Río de Janeiro, 9 de diciembre de 1977) fue una escritora brasileña.

Clarice Lispector es considerada una de las más importantes escritoras brasileñas del siglo XX. Pertenece a la tercera fase del modernismo, el de la generación del 45 brasileño. De difícil clasificación, ella misma definía su estilo como un "no-estilo". Aunque su especialidad ha sido el relato, dejó un legado importante en novelas, como La pasión según G.H. y La hora de la estrella, además de una producción menor en libros infantiles, poemas y pintura.

De origen judío, sus padres emigraran a Brasil, a la ciudad de Recife, Pernambuco, cuando Clarice contaba tan sólo dos años de edad. A los diez, Clarice perdió a su madre. Escritora desde edad temprana, envió varios cuentos al Diario de Pernambuco, que rechazó su publicación en una sección de contribuciones infantiles porque, mientras las historias de los demás niños poseían algún tipo de narrativa, los textos de Clarice no describían más que sensaciones.

Una de sus primeras influencias fue el escritor paulista Monteiro Lobato, creador de un universo literario de tintes regionalistas. Sobre el libro El reinado de Narizinho, Clarice escribió:

 

Al llegar a casa no empecé a leer. Simulaba que no lo tenía, únicamente para sentir después el sobresalto de tenerlo. Horas más tarde lo abrí, leí algunas líneas maravillosas, lo cerré de nuevo, me fui a pasear por la casa, lo postergué aún más yendo a comer pan con mantequilla, fingí no saber dónde había guardado el libro, lo encontraba, lo abría por unos instantes. Creaba los obstáculos más falsos para esa cosa clandestina que era la felicidad. (en: Felicidad Clandestina, cuento)


Cuando tenía 14 años, se mudó a Río de Janeiro con su padre y una hermana. Allí, la muy joven Clarice empezó a leer libros de autores nacionales y extranjeros de más relevancia como Machado de Assis, Rachel de Queiroz, Eça de Queiroz, Jorge Amado y Dostoievski. Ingresó en la Facultad Nacional de Derecho en 1939 a la vez que escribía pequeñas contribuciones para periódicos y revistas de la época. A los 21 años logró publicar el libro Cerca del corazón salvaje, que había escrito a los 19. Este libro recibió el premio Graça Aranha para el mejor romance publicado en 1943.

Cursando la carrera de derecho conoció a su esposo, el diplomático Maury Gurgel Valente, con quien acompañaría a menudo de país en país, hasta la separación en 1959. Los constantes viajes fue uno de los conflictos de la vida de Clarice, quien seguía al marido dejando detrás familia y amigos. En su primer viaje a Europa, a Nápoles en 1944 durante la II Guerra mundial, Clarice Lispector confesaba “En realidad no sé escribir cartas de viajes, en realidad siquiera sé viajar.” Durante la guerra, prestó auxilio en hospitales a soldados brasileños heridos.

En un periodo de 5 años Clarice se trasladó repetidamente, yendo de Inglaterra a París y finalmente a Berna, donde tuvo su primer hijo, Paulo. Mientras vivía en estos países, profundamente nostálgica de Brasil, intercambiaba cartas casi a diario con el escritor y amigo Fernando Sabino que redactaba con la máquina de escribir sobre las rodillas para así poder sujetar a su hijo. En 1945 publicó su segunda novela, O lustre, escrita durante esta fase.

De vuelta a Río en 1949, Clarice Lispector retomó su actividad periodística, firmando con el seudónimo Tereza Quadros una columna en un periódico local. En septiembre de 1952 volvía a dejar Brasil, desplazándose con el marido a Washington, DC. En febrero de 1953 dio la luz a su segundo hijo, Pedro. En 1954 se publicó la primera traducción de un libro suyo: Cerca del Corazón Salvaje en francés, con portada de Henri Matisse. En la capital estadounidense vivió ocho años, desarrollando una gran amistad con el escritor brasileño Érico Veríssimo y su esposa Mafalda. Desde allí logró publicar cuentos en revistas brasileñas y mantuvo una gran actividad epistolar con el escritor Otto Lara Resende.

En 1959 rompió con su marido para regresar a Río de Janeiro, donde volvió a la actividad periodística, escribiendo artículos en los medios para conseguir el dinero necesario para independizarse. En 1960 publicó su primer libro de cuentos, Lazos de familia, con relativo éxito. En 1961 salió al público la novela La manzana en la oscuridad, más tarde convertida en obra de teatro. En 1963 publicó la que es considerada su obra-maestra, la novela La pasión según G.H., escrita en tan sólo algunos meses.

En la madrugada de 1966 la escritora durmió con un cigarrillo prendido, provocando un incendio que destruyó completamente su dormitorio. Con quemaduras en gran parte del cuerpo, pasó algunos meses en el hospital. Su mano derecha, muy afectada, casi tuvo que ser amputada por los médicos y jamás recuperó la movilidad de antes. El incidente repercutió profundamente en su estado de ánimo, y las cicatrices y marcas en el cuerpo le causaron frecuentes depresiones, a pesar del amparo de amigos. Entre el final de la década de 60 y principio de los años 70 publicó libros infantiles y algunas traducciones y adaptaciones de obras extranjeras, obteniendo un rampante reconocimiento e impartiendo charlas y conferencias en distintas universidades de Brasil.

Murió en Río de Janeiro el 9 de diciembre de 1977 a los 56 años, víctima de un cáncer de ovario, algunos meses después de publicarse su última novela La hora de la estrella.

 Estilo

Clarice Lispector ha sido muchas veces comparada a sus contemporáneos Virginia Woolf y James Joyce por compartir el uso del flujo de conciencia, aunque Lispector no los hubiese leído todavía al publicarse sus primeras novelas, donde ya adoptaba la técnica. Clarice Lispector ha sido vinculada por algunos críticos y biógrafos a una literatura de fuerte carácter femenino y feminista, tratando siempre de temas intimistas y de profundo carácter psicológico.

Traducciones al Español

  • Cerca del corazón salvajeSiruela
  • Lazos De Familia. Trad. Haydée M. Jofre Barroso - Buenos Aires. Editorial Sudamericana, 1973. 157 p.
  • Silencio. Traducción y Prólogo de Cristina Peri Rossi - Barcelona. Grijalbo Mondadori, 1988. 174 p.
  • Felicidad Clandestina. Trad. Marcelo Cohen - Barcelona. Ediciones Grijalbo, 1988. 190 p.
  • Aprendizaje o El libro de los placeres. Trad. Cristina Sáenz De Tejada y Juan García Gayo - Madrid. Ediciones Siruela, 1994. 140 p.
  • Un soplo de vida (Pulsaciones). Trad. de Mario Merlino - Madrid, Siruela, 1999, 160 pp.
  • La hora de la estrella. Trad. Ana Poljak - Madrid. Ediciones Siruela, 2001. 81 p.
  • La Araña. Trad. Haydée M. Jofre Barroso - Buenos Aires, Ediciones Corregidor, 2003, 312p.
  • Revelación de un mundo. Trad. Amalia Sato - Buenos Aires, Adriana Hidalgo Editora, 2004, 330p.
  • La manzana en la oscuridad Siruela"
  • La Pasión según G.H, Trad. Juan García Gayo-Monte Ávila Editores, Caracas, 1969, 217 p.

Retroback en Granada

Retroback en Granada

Dirigido a todos los cinéfilos; no os lo podeis perder.

 

http://www.retroback.es

Yukio Mishima: El Último Samurai

Yukio Mishima: El Último Samurai

Hijo de Azusa Hiraoka, secretario de Pesca del Ministerio de Agricultura. Pasó los primeros años de su infancia bajo la sombra de su abuela, Natsu, que se lo llevó y lo separó de su familia inmediata durante varios años. Natsu provenía de una familia vinculada a los samurái de la era Tokugawa, ella mantuvo aspiraciones aristocráticas -el nombre de juventud de Mishima, "kimitake", significa "príncipe guerrero"- aún después de casarse con el abuelo de Mishima, un burócrata que había hecho su fortuna en las fronteras coloniales. Tenía mal carácter y se exacerbó por su ciática. El joven Mishima acudía a masajearla para aliviar su dolor. Ella tenía tendencia a la violencia, incluso con salidas mórbidas cercanas a la locura que serán posteriormente retratadas en algunos escritos de Mishima. Algunos biógrafos opinan que Natsu favoreció la fascinación de Mishima por la muerte. Ella leía francés y alemán, y tenía un exquisito gusto por el Kabuki. Natsu no permitía que Mishima jugase a la luz del sol, practicase algún deporte o que tuviera juegos rudos con otros chicos de su edad. Prefería que pasase su tiempo solo o jugando a las muñecas con sus primas, incluso se habla de unos escritos de primera juventud que su padre rompió ante la mirada del joven Mishima.

Exento del servicio militar por sufrir tuberculosis, no participó en la guerra, suceso que él mismo entendió como una humillación. Generacionalmente es considerado parte de la “segunda generación“ de escritores de posguerra, junto con Kobo Abe.

Su ensayo más importante, Bunka boueiron (En defensa de la cultura), defendía la figura del Emperador, como la mayor señal de identidad de su pueblo. Más tarde formaría la Sociedad del Escudo (Tatenokai), con un fastuoso uniforme que él mismo diseñó y en el que pretendía reencarnar los valores nacionales de "su" Japón tradicional.

Durante los años 60 escribió sus más importantes novelas.

Dentro de estas obras, destaca su tetralogía El mar de la fertilidad, compuesta de las novelas Nieve de primavera, Caballos desbocados, El templo del alba y La corrupción de un ángel (esta última editada póstumamente), que, en su conjunto, constituyen una especie de testamento ideológico del autor, que se rebelaba contra una sociedad para él sumida en la decadencia moral y espiritual.

La mañana del "incidente" del 25 de noviembre de 1970, Mishima llevaba la última parte de esta tetralogía a su editor. Después se dirigió junto con los miembros de su grupo a un cuartel del ejército que ocuparon, y tras un discurso a la tropa, él y su compañero Masakatsu Morita se suicidaron mediante seppuku. Mishima realizó su seppuku en el despacho del General Kanetoshi Mashita. Su kaishaku (asistente) trató 3 veces de decapitarlo sin éxito. Finalmente, fue Hiroyasu Koga quien realizó la decapitación. Posteriormente, Masakatsu Morita intentó realizar su propio seppuku. Aunque sus cortes fueron poco profundos para ser fatales, hizo una señal a Koga para que también le decapitase.

Con su muerte desapareció uno de los críticos más lúcidos de la sociedad japonesa de posguerra y un artista superdotado que marcó señaladamente un rumbo en la historia de la literatura japonesa contemporánea.

Yukio Mishima y Shintaro Ishihara.

Estudios y primeros trabajos

A la edad de 12, Mishima comenzó a escribir sus primeras historias. Leyó vorazmente las obras de Wilde, Rilke, y numerosos clásicos japoneses. Aunque su familia no era tan rica como las de los otros estudiantes de su colegio, Natsu insistió en que asistiera a la elitista Escuela Peers (donde acudía la aristocracia japonesa, y de forma eventual, plebeyos extremadamente ricos).

Después de seis desdichados años de colegio, continuaba siendo un adolescente frágil y pálido, aunque empezó a prosperar y se convirtió en el miembro más joven de la junta editorial en la sociedad literaria de la escuela. Fue invitado a escribir un relato para la prestigiosa revista literaria, Bungei-Bunka (Cultura literaria) y presentó Hanazakari no Mori (El bosque en todo su esplendor). La historia fue publicada en forma de libro en el año 1944, aunque en una pequeña tirada debido a la escasez de papel en tiempo de guerra.

Mishima fue llamado a filas de la Armada japonesa durante la Segunda Guerra Mundial. Cuando pasó la revisión médica coincidió con que estaba resfriado, y de forma espontánea le mintió al doctor de la armada sobre que tenía síntomas de tuberculosis y debido a ello fue declarado incapacitado. Aunque a Mishima le alivió mucho el no tener que ir a la guerra, continuó sintiéndose culpable por haber sobrevivido y haber perdido la oportunidad de una muerte heroica.

Aunque su padre le había prohibido escribir ninguna historia más, Mishima continuó escribiendo en secreto cada noche, apoyado y protegido por su madre Shizue, quien era siempre la primera en leer cada nueva historia. Después de la escuela, su padre, que simpatizaba con los nazis, no le permitiría ejercer una carrera de escritor, y en lugar de ello le obligó a estudiar Ley alemana. Asistiendo a lecturas durante el día y escribiendo durante la noche, Mishima se graduó en la elitista Universidad de Tokio en el año 1947 en Derecho. Obtuvo un trabajo como oficial en el Ministerio de Finanzas del Gobierno y se estableció para una prometedora carrera.

Sin embargo, acabó tan agotado que su padre estuvo de acuerdo con la dimisión de Mishima de su cargo durante su primer año, para dedicar su tiempo a la escritura.

Literatura de posguerra

Mishima comenzó su primera novela, Tōzoku (Ladrones), en 1946 y la publicó en 1948, colocándose en la segunda generación de escritores de posguerra (una clasificación en la literatura japonesa moderna que agrupa a los escritores que aparecieron en la escena literaria de posguerra, entre 1948 y 1949). Le siguió Kamen no Kokuhaku (Confesiones de una máscara), una obra autobiográfica sobre un joven de homosexualidad latente que debe esconderse tras una máscara para encajar en la sociedad. La novela tuvo un enorme éxito y convirtió a Mishima en una celebridad a la edad de 24 años.

Mishima fue un escritor disciplinado y versátil. No solo escribió novelas, novelas de series populares, relatos y ensayos literarios, también obras muy aclamadas para el teatro Kabuki y versiones modernas de dramas tradicionales.

Su escritura le hizo adquirir fama internacional y un considerable seguimiento en Europa y América, y muchas de sus obras más famosas fueron traducidas al inglés.

Viajó ampliamente, siendo propuesto para el Premio Nobel de Literatura en tres ocasiones, y fue pretendido por muchas publicaciones extranjeras. Sin embargo, en 1968 su primer mentor Yasunari Kawabata ganó el premio y Mishima se dio cuenta de que las posibilidades de que fuera concedido a otro autor japonés en un futuro próximo eran escasas. Se cree también que Mishima quiso dejar el premio a Kawabata, de más edad, como muestra de respeto para el hombre que lo había presentado a los círculos literarios de Tokio en la década de los 40.

Vida privada

Tras Confesiones de una máscara, Mishima trató de dejar atrás al joven hombre que había vivido solo dentro de su cabeza, continuamente coqueteando con la muerte. Intentó vincularse al mundo real y físico, realizando una estricta actividad física. En 1955, Mishima practicó entrenamiento con pesas, y no interrumpió su régimen de entrenamiento de tres sesiones por semana durante los últimos 15 años de su vida. Del material menos prometedor forjó un impresionante físico, como muestran las fotografías que se hizo. También llegó a ser muy hábil en Kendo (el arte marcial japonés de la esgrima).

Aunque visitó bares gay en Japón, Mishima permaneció como observador, y solo tuvo encuentros con hombres cuando viajó al extranjero. Después de considerar brevemente el enlace con Michiko Shoda—ella se convertiría después en esposa del Akihito—se casó con Yoko Sugiyama en 1958. En los tres años siguientes la pareja tuvo una hija y un hijo.

En el año 1967, Mishima se alistó en las Fuerzas de Autodefensa de Japón y tuvo un entrenamiento básico. Un año más tarde formó la Tatenokai (Sociedad Escudo), milicia privada compuesta sobre todo por jóvenes estudiantes patrióticos que estudiaban principios de artes marciales y disciplinas físicas y que fueron entrenados a través de las Fuerzas de Autodefensa de Japón bajo la supervisión de Mishima.

En los últimos diez años de su vida, Mishima actuó en varias películas y codirigió la adaptación de una de sus historias, Yûkoku.

Suicidio ritual

El 25 de noviembre de 1970, Mishima y cuatro miembros de la Tatenokai visitaron con un pretexto al comandante del Campamento Ichigaya, el cuartel general de Tokio del Comando Oriental de las Fuerzas de Autodefensa de Japón. Una vez dentro, procedieron a cercar con barricadas el despacho y ataron al comandante a su silla. Con un manifiesto preparado y pancartas que enumeraban sus peticiones, Mishima salió al balcón para dirigirse a los soldados reunidos abajo. Su discurso pretendía inspirarlos para que se alzaran, dieran un golpe de estado y devolvieran al Emperador a su legítimo lugar. Solo consiguió molestarlos y que le abuchearan y se mofaran de él. Como no fue capaz de hacerse oír, acabó con el discurso tras solo unos pocos minutos. Regresó a la oficina del comandante y cometió seppuku. La costumbre de la decapitación al final de este ritual le fue asignada a Masakatsu Morita, miembro de la Tatenokai. Pero Morita, del cual se rumoreaba que había sido amante de Mishima, no fue capaz de realizar su tarea de forma adecuada: después de varios intentos fallidos, le permitió a otro miembro de la Tatenokai, Hiroyasu Koga, acabar el trabajo. Morita entonces intentó el seppuku y fue también decapitado por Koga.

Otros elementos tradicionales del suicidio ritual fueron la composición de jisei, (un poema compuesto por uno mismo cuando se acerca la hora de su propia muerte), antes de su entrada en el cuartel general.[1]

Mishima preparó su suicidio meticulosamente durante al menos un año y nadie ajeno al cuidadosamente seleccionado grupo de miembros de la Tatenokai sospechaba lo que estaba planeando. Mishima debía haber sabido que su intento de golpe jamás podría haber tenido éxito y su biógrafo, traductor, y antiguo amigo John Nathan sugiere que fue solo un pretexto para el suicidio ritual con el cual Mishima tanto había soñado. Mishima se aseguró de que sus asuntos estuvieran en orden e incluso tuvo la previsión de dejar dinero para la defensa en el juicio de los otros 3 miembros de la Tatenokai que no murieron.

Repercusión

El suicidio de Mishima ha estado rodeado de mucha especulación. En el momento de su muerte acababa de terminar el libro final de su tetralogía El mar de la fertilidad, compuesta por las novelas Nieve de primavera, Caballos desbocados, El templo del alba y La corrupción de un ángel (esta última editada póstumamente), que, en su conjunto, constituyen una especie de testamento ideológico del autor, que se rebelaba contra una sociedad para él sumida en la decadencia moral y espiritual. Fue reconocido como uno de los más importantes estilistas del lenguaje japonés de posguerra.

Mishima escribió 40 novelas, 18 obras de teatro, 20 libros de relatos, y al menos 20 libros de ensayos así como un libreto. Una gran porción de su obra se compone de libros escritos rápidamente solo por los beneficios monetarios, pero incluso no teniendo en cuenta estos, seguimos teniendo una parte sustancial de su obra.

Aunque su fin puede haber pretendido ser algún tipo de testamento espiritual, la naturaleza teatral de su suicidio, las poses cursis en las fotografías para las que posó y la ocasional naturaleza patética de su prosa seguramente han perjudicado a su legado. En las academias, tanto japonesa como anglo-americana, hoy, Mishima no tiene virtualmente voz, sobre todo porque sus opiniones de derechas no son políticamente correctas. Sin embargo, fuera de la academia las obras de Mishima siguen siendo populares tanto en Japón como en el resto del mundo.

Obras principales

Su carácter narcisista le llevó a participar en representaciones teatrales, espectáculos públicos y películas como Yokoku (llamada en occidente "Patriotismo", o, en Japón, "El rito de amor y de muerte"), corto que él mismo escribió, dirigió, protagonizó y produjo. En él, representó su propio seppuku.

Taller Literario en Casa de Porras

Taller Literario en Casa de Porras

El jueves pasado (4 de febrero 2010) comenzamos un taller de creación literaria en La Casa de Porras, impartido por César Requesens; periodista y escritor. La primera toma de contacto y acercamiento a la infancia fueron ejercicios muy buenos (una aventura con tu mejor amigo de aquella época casi olvidada, tu escondite secreto o tu primer beso)hicieron volar mi imaginación aunque de eso se trata ¿verdad?.

Je T´aime till my dying day

Esta canción es pura inspiración cierra los ojos y escucha a tu corazón: Do U Love Me Too?

 

Mogwai - Friend of the Night

Hola chicos, 

Aquí os dejo un nuevo descubrimiento musical. Tiene canciones con títulos como Cazado por un friki (Hunted by a freak, Los niños serán esqueletos (Kids will be skeletons) o Deja de venir a mi casa (Stop coming to my house), entre otros éxitos...

Espero que os guste.

Saludos

Breverso

Breverso

Hola chicos, me alegra de empezar a escribir aquí en el blog, de que mañana mismo empezamos el taller literario. ¡Qué ganicas tenía de escribir de una vez! De momento no tengo ningún relato, aunque en breve quiero empezar alguno. Por lo pronto os dejo aquí un poema que escribí tiempo ha. Espero que os guste.

Saludos cordiales

Atticus McMannus

 

Pierdo el norte

Sopla viento de poniente

y el sol desaparece bajo las aguas.

La corriente tira de mí.

Una oscuridad inédita me sepulta

hasta casi asfixiarme.

El ojo del huracán me hace girar

con los brazos en alto.

Quedo sin aliento cuando el ente

me deposita sobre el lecho marino.

La tensión desaparece y contemplo

absorto una bóveda líquida sobre mí,

serena a mi alrededor,

revuelta en el exterior.

Es entonces cuando una luz interior

explota y lo invade todo, cegándome.

El resto es calma.